Cultura
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LUISA DE LAVILLE Trabajó con Luis Alberto Lamata en la producción de Taita Boves "Hace falta estar más a tono con un mundo globalizado" La productora de cine nacional habla sobre las posibles consecuencias de la crisis y la necesidad de diversificar los medios de producción
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E n el país, el cine nace con el director, que generalmente también es el guionista y quien diseña el proyecto. Nada del esquema de los estudios de Hollywood, en el que el productor es quien toma las decisiones y elige a los involucrados. En Venezuela, donde hacer cine es casi sinónimo de inversión riesgosa de todos los ahorros del director, la tarea de los productores es conseguir el dinero. No hay una industria sólida ni una inversión sostenida. Producir cine nacional es casi una locura. Pero Luisa De LaVille lo ha hecho por mucho tiempo.
Ha trabajado con directores ya veteranos y con ópera primistas. Generalmente está de buen humor y trabaja incansablemente en cada proyecto en que se involucra. Ahora, con la disminución del dinero que el Estado destina al cine, De LaVille habla sobre la producción cinematográfica nacional y sus opciones.
--El CNAC sufrió una reducción de 40% de su presupuesto y la Villa del Cine otro tanto. El dinero destinado a producción disminuirá considerablemente. ¿Está el cine venezolano viendo de nuevo el final de un boom, el que experimentó en los años pasados? --Es importante que los cineastas sepan que el Estado no es el único financista posible de sus películas. Hemos tenido algunas buenas experiencias con financiamiento privado y coproducciones.
Vivimos en un momento en el que es recomendable plantearse cintas de presupuesto moderado y bajo. Tenemos muchos nuevos cineastas, es importante que estén bien preparados, que estudien las nuevas formas de realización y distribución que se están planteando en otros países.
--Se ha defendido que Fonprocine sea la tabla de salvación si llega un momento en el que el Estado no pueda aportar recursos. ¿Será capaz de mantener el ritmo de producción? --No creo que exista en este momento una respuesta acerca de la cantidad de proyectos que se beneficiarán de las recientes convocatorias del CNAC, pero todo apunta a que serán menos que el año pasado. Es importante acotar, sin embargo, que la cantidad de proyectos introducidos en 2009 aumentó casi 50%. Un buen número de esas películas deben buscar apoyo privado y/o foráneo. La situación en general es difícil (tanto en nuestro país como afuera) y conseguir financiamiento se hace muy difícil pero no imposible. Me parece una buena señal que haya más proyectos cinematográficos, lo que puede significar que habrá un mayor esfuerzo por ofrecer cada vez más filmes de mayor calidad. Cuando se tiene en las manos un proyecto bien reflexionado y montado es más fácil interesar a terceros.
--Hay 12 cintas que han retrasado estrenos producto del incremento de los costos de posproducción. ¿Está la incipiente industria preparada para manejar la crisis? --Cada día vemos más directores venezolanos mirando en otras direcciones, dispuestos a salir de la protección gubernamental y aventurándose a la producción o coproducción con otros países. Tengo la sensación de que cada vez hay más proyectos que salen de la protección exclusiva del CNAC y Fonprocine. Muchos se han dado cuenta de la importancia de las coproducciones. No sólo en cuanto al dinero para la realización, sino también como apoyo en la distribución. Los que se planteen hacer películas sólo con el financiamiento del CNAC deberán hacer películas muy económicas, partiendo de una buena historia, buenos actores y mucho trabajo de preparación.
--La teoría es que la mayoría de los filmes que se rodarán en 2009 serán producidos por el Estado a través de instituciones como la Villa del Cine. ¿Qué quedará para el cine independiente? --Es muy positivo que la Villa del Cine coproduzca con los cineastas. Creo que ambas partes salen ganando. Siento que para el crecimiento y fortalecimiento de esa institución es indispensable, además del apoyo al cineasta independiente, la interacción con productores veteranos.
He visto algunos cambios importantes y positivos en los últimos meses. Nosotros fuimos de los primeros cineastas asociados a la Villa y eso nos permitió llevar adelante la película Taita Boves, en coproducción con ella.
--Taita Boves sigue teniendo cofinanciamiento del Estado a través de la Villa. ¿Qué pasa con las películas que no entran en los rangos de interés temático de la Villa y con las que no estén entre las seleccionadas para financiamiento con la reducción del presupuesto del CNAC? --Creo que no me expliqué bien. Cuando mencionaba el caso de Boves quise decir que es una película nuestra, no fue proposición de la Villa del Cine; ellos no tuvieron que ver con el guión ni con la realización. Contamos con el apoyo de varias instituciones y otras compañías productoras. Efectivamente, creo que algunos cineastas podríamos quedar fuera de la posibilidad de apoyo de esa institución por razones ideológicas. No me sorprende, sin embargo, que sea así, ya que fue creada como una productora del Estado y no como coproductora de todos los cineastas.
Indudablemente, los directores y productores que tengan criterios que choquen notablemente con los ideales del Ministerio para la Cultura deben buscar financiamiento en la empresa privada y en el exterior. Sin embargo, recientemente he comprobado que muchos cineastas se están beneficiando de acuerdos con la Villa.
--El cine es un arte caro.
¿Deberá ahora el cine nacional optar por caminos más comerciales para financiarse? ¿Es ésta la muerte del cine de autor venezolano? --Creo que seguirán existiendo las dos opciones: un cine comercial y un cine atrayente para festivales y para un público que busque películas particulares que sorprendan y sean de buena factura. Seguirá existiendo el cine de autor, simplemente hay que ingeniárselas para lograrlo sin perder de vista que cine de autor no implica filmar una cinta que verá tan solo un grupo selecto de especialistas, o el círculo de amistades del director. Como tú dices, es demasiado caro para no importarte que a un número representativo de personas le pueda interesar ver y reflexionar sobre la propuesta terminada. Es una burla gastar tanto dinero en un producto que será visto por un porcentaje ínfimo de público, para cumplir con un capricho personal. Para eso es preferible transmitir esas ideas a través de otro arte más solitario.
--¿No es ésa la preocupación de siempre, atraer al público venezolano a ver cine de aquí? --Sí, tenemos años planteando que no hay suficiente interés por el cine nacional de parte del público. Considero que es indispensable ser más exigentes con nuestros guiones y nuestras películas. Creo que no es tiempo de consideraciones especiales por ser cine nacional. No debemos pensar que hacemos cine exclusivamente para la exigua población de espectadores venezolanos. Si un filme no es reconocido como bueno fuera de nuestras fronteras, yo me pregunto: ¿por qué exigirle al público interno que deba ver ese producto simplemente porque es de aquí? Hemos visto ya muchas películas nacionales malas y mediocres. Debemos reconocer cuáles son nuestras flaquezas, yo creo que se resumen básicamente en directores con un deficiente conocimiento en dramaturgia y dirección actoral, poca oferta de buenos efectos especiales y estar conscientes de que, en general, no debemos realizar cine que requiera de un alto presupuesto. En paralelo, se debe hacer una campaña para promover y difundir el cine nacional y hacerle entender a los potenciales espectadores que hacemos mejores cintas y con temáticas diversas.
--Siempre se dijo que el problema a atacar en el cine nacional era la falta de continuidad. ¿Volverá a extenderse indefinidamente el tiempo entre el rodaje y el estreno de una película? --Creo que debemos tener confianza en los muchos cineastas nuevos y en los que cuentan con experiencia y se adaptan a los nuevos tiempos. Espero que se preparen bien, se actualicen y continúen la lucha por conseguir beneficios que necesitamos.
Por ahora, lograr la implementación del financiamiento por la vía del impuesto sobre la renta, como existe en otros países, es sumamente importante, y revisar los acuerdos de distribución también.
--¿Sobrevivirán los nuevos cineastas en un ambiente mucho más hostil del que conocieron inicialmente? --Pienso que hace falta rodar filmes muy sinceros, mirar más hacia afuera y exigirse más. Hace falta estar más a tono con un mundo globalizado. No se trata de hacer cine para verlo en casa, o en el país, sino de ir más allá y comprometerse más para obtener mejores productos. Ya pasamos la escuelita, ahora debemos jugar con los equipos grandes. No sólo con dinero se hace cine. Se hace con buenas ideas, mejores guiones, mucha preparación, organización y respeto.
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